Consecuencias de la prisa
Siempre iba con prisa. Un día descubrió que manteniendo el dedo pulsado en el botón del semáforo, no solo este cambiaba de rojo a verde, sino que anochecía. Seducido por el experimento lo repetía una vez tras otra. Hasta que una mañana vio a un viejecito reflejado en el espejo.
Muy sugerente e imaginativo Juana. El tiempo en nuestras manos es un arma peligrosa. Enhorabuena y suerte
ResponderEliminarSuele ocurrir. Dejamos el dedo puesto y ¡hala! se nos pasa el tiempo en un suspiro.
ResponderEliminarMuy bueno, Juana.
¡Ay! Si ya lo dice el refrán, que las prisas nunca fueron buenas.
ResponderEliminarUn beso Juana.
Malu.
¡Una acción conlleva siempre una reacción! En esta caso, me parece que no del todo deseada.
ResponderEliminarMuy imaginativo relato, Juana Mª. Va mi 'Me gusta' y un cordial saludo.
Hola Juana. Me gusta tu relato.
ResponderEliminarCreo reconocer en él a un anciano que en uno de los pocos semáforos que quedan en mi ciudad con botón, juega a darle para ver como para el tráfico, aunque aún no se ha mirado al espejo.
Eso sí, el de tu relato no sé si provocará los mismos atascos que el que yo veo.
Un saludo y enhorabuena. La de cosas que se pueden decir con tan solo cincuenta palabras.
Un saludo.
Pablo
Me ha sorprendido ese final, Juana. Y me ha gustado.
ResponderEliminarMe cuidaré muy mucho de dónde meto el dedo.
Un saludo.
Cambió la prisa por una obsesión. En las grandes ciudades, la verdad es que estamos todos un poco perjudicados.
ResponderEliminarMe gusta tu relato Juana.
Saludos.
Debe ser casualidad, pero últimamente he leído más de un buen relato de plumas expertas, femeninas para mas señas, que tocan la ciencia ficción. Vaya túnel de espacio-tiempo más curioso que has abierto a partir de un objeto que prácticamente pasa desapercibido por cotidiano. Seguro que Einstein, como nos sucede a tantos, disfrutaría con tus letras.
ResponderEliminarUn abrazo Juana Mª
Esto de la prisa es ya una epidemia y una de nuestras mayores contradicciones. Muy buena metáfora, Juana; seguramente todos andamos a diario pulsando botones parecidos sin saberlo.
ResponderEliminarEnhorabuena y saludos.
Enrique.
Mil gracias a todos por vuestros interesantes comentarios. Me hubiera gustado contestar uno a uno, pero no ha podido ser. Ya sabéis, consecuencias de la prisa. Un abrazo.
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