Naranja, azul y negro (IV)
La costa, al fin. El miedo y el frío se transforman en ilusión, la emoción desborda en lágrimas aquellos ojos negros.
Se agarra fuerte al chaleco naranja y recuerda la mirada de su madre, antes de partir.
Las luces azules de la playa devuelven el miedo a sus manos temblorosas.
Se agarra fuerte al chaleco naranja y recuerda la mirada de su madre, antes de partir.
Las luces azules de la playa devuelven el miedo a sus manos temblorosas.
Carmen tan bueno como los anteriores. Tu sensibilidad para tratar el tema de las personas que buscan nuevas tierras nos hace ver una cruda realidad. En esta ocasión las luces de la policia rompe la alegría de ver la costa.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho Carmen.
Besos.
Gracias Javier. Una cruda realidad que tenemos presente cada día. Un abrazo grande
EliminarCuando uno llega a cualquier orilla, suelen esperarle más mares que cruzar. No importa de qué color sean, importa contar con un naranja en el que apoyarnos para seguir buscando el azul que se levanta en el horizonte mientras dejamos el negro atrás.
ResponderEliminarEsos tres colores de tu travesía simbolizan las referencias que todos tenemos alguna vez, aunque cambien los contextos, las razas o las creencias.
Ojalá esas luces azules no fueran el fundido en negro de su travesía sino el apoyo naranja hacía el azul definitivo.
Una serie muy humana y entrañable, Carmen. Enhorabuena.
Gracias Antonio. Cada día descubrimos que es mil veces peor el camino tras la llegada a la orilla... Me alegra que te guste. Un abrazote
EliminarMe parece un acto de justicia el que le hayas dedicado a este tema más de un relato, Carmen. Una mirada honesta y conmovedora, felicidades.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Vicente. Necesitaría muchas series más este dolor que desangra al ser humano... Un Besazo.
EliminarCarmen, de que manera tan sensible y delicada nos haces sentir el miedo de tu protagonista. Una lástima que las luces azules que le esperan en la orilla, pueden poner punto y final a su sueño.
ResponderEliminarNos lo has contado tan bien.
Me ha encantado!
Enhorabuena!
Besos
Gracias amiga!!! Me alegra que te haya gustado. Ojalá la luz fuera más color esperanza... Besos mil.
EliminarSimbólicos los tres colores, muy bien utilizados en toda la serie que dedicas al drama de la migración.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Carmen. Besos.
Gracias Carmen. Me gusta el simbolismo de los colores en nuestro día a día. Me alegra que te haya llegado. Besitos
EliminarVaya una serie bonita que nos has dejado Carmen. Sobre todo esperanzadora, o así es como he querido yo interpretarla.
ResponderEliminarOjalá todos los viajes tengan un destino con buen puerto, cargado de un azul radiante.
Felicidades por este último capítulo y cómo no, por todos los demás, me han encantado.
Besos.
Malu.
Mil gracias Malu. Ojalá que el azul llegue a ser símbolo de un destino más que brillante. Besitos guapa.
EliminarHas conseguido presentar un drama desde el punto de vista de los que lo sufren sin caer en lo sensiblero. Me has hecho estar en la piel de sus protagonistas. Ojalá todos consigan encontrar su futuro en ese color tierra resultante de la mezcla del azul, negro y naranja. Muy buena serie, Carmen. Un beso.
ResponderEliminarGracias Matrioska. Me gusta el detalle que has dado del color tierra y la mezcla de colores... Me alegra mucho que te hayan gustado. Besitos
EliminarTres colores que simbolizan el viaje desde la esperanza hasta la incertidumbre. Muy bueno, Carmen. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Salvador. Ojalá sea un buen viaje para todos... No más sufrimiento en el mar. Besos
EliminarQue gran saga terminando con esos tres colores que simbolizan la esperanza, el miedo, y me temo lo peor con el negro.
ResponderEliminarEnhorabuena mi querida Carmen.
Un beso.
Pablo.
Gracias amigo Pablo!!! Ojalá todo quedara en azul.. Una abrazo grande!!!
EliminarBajo el azul predominante del mar, que para unos es relax en días de asueto y para otros un peligroso obstáculo hacia una esperanza dudosa, ha transcurrido esta serie cromática que nos ha puesto en la piel de esas personas sin suerte, un drama relatado con buen gusto, que pellizca el corazón.
ResponderEliminarUn abrazo
Abrazos azules Ángel. Gracias por tus comentarios siempre tan acertados. Besazossss
EliminarCuánta intensidad en cada uno de esos sentimientos casi opuestos que componen tu secuencia. Sin duda, pocas veces la vida nos somete a situaciones tan trascendentes.
ResponderEliminarEstupenda también esta nueva entrega, Carmen.
Enhorabuena y un abrazo.
Mil gracias Enrique. Qué difícil vivir en la piel de los que huyen. Para ellos el color se asocia a la vida y al futuro. Un Besazo enorme.
EliminarY cómo no sentir miedo, ante ese viaje tan incierto.
ResponderEliminarEs muy meritorio que hayas logrado trasladar en tan pocas palabras unos sentimientos tan fuertes.
Enhorabuena.
Gracias Carles... Me alegra que te haya llegado... Un abrazo grande
EliminarPreciosa y emotiva serie la que nos has regalado, Carmen.
ResponderEliminarUn beso
Gracias Margarita. Feliz de hacerles presentes en los corazones sensibles. Besitos
EliminarLos tres colores me recuerdan la trilogía del director de cine polaco Kieslowski –Azul, Blanco, Rojo-, dedicados a los colores de la bandera de Francia, y a los tres valores de su Revolución: Libertad, Igualdad, Fraternidad.
ResponderEliminarAquí, los colores de tu microcuento, son pinceladas sobre el lienzo de la injusticia: la mirada negra, entre lágrimas, de unos ojos que conocen multitud de desgracias, el azul infinito del mar que es tanto símbolo de esperanza como de muerte, el naranja que simboliza la salvación, momentánea, al ser rescatado de las aguas y acogido en el destino deseado en el que puede haber un futuro mejor.
El drama de la migración, el drama de la falta de oportunidades, el drama de los países que se desangran por dictaduras y guerras, esa maldición de la raza humana que nunca acaba, esa falta de inteligencia y de empatía para conseguir que la vida sea digna para todos y merezca la pena vivirla, esa historia interminable en la que todos, de una forma u otra, participamos.
Enhorabuena, Carmen y un abrazo.
Me encanta tu reflexión Enrique. ¡Cuánto aprendo en este lugar de palabras llenas de sentimientos y sabiduría! Un abrazo grande.
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