Simiente
Llega cada mañana al borde del camino y las esparce con calma. Dicen que está loco de atar. ¡Nada va a nacer de guijarros! Pero él, erre que erre, sigue empeñado en que así ha de ser. No deja de creer que nacerá un castillo del vientre de la tierra.
Todo tiene un inicio y comienza con un simple paso. Seguro que cosas más raras se han plantado y han germinado de alguna manera, aunque sólo sea en sentido metafórico. Si tu protagonista se empeña en que allí haya un castillo puede lograrlo. Eso sí, necesitará más cantidad de material, tampoco le vendrá nada mal un poco de ayuda. Un relato que puede leerse en clave de determinación y constancia.
ResponderEliminarSaludos, Carmen
Muchas veces basta con que alguien quiera imaginarse algo para que ese algo termine por cumplirse. ¿Eso es estar loco? Quizás sea así, pero la locura puede ser aquello que nos salve a todos de tanta razón.
ResponderEliminarVa mi me gusta, Carmen, y con este mi enhorabuena por tu historia.
Un saludo cordial.
Tal vez sea difícil, mas no imposible, que de guijarros nazca un castillo; sin embargo, todos los castillos habrán de convertirse en guijarros algún día. Me parece que el protagonista de esta historia no es un loco sino un poeta.
ResponderEliminarEspléndido.
Saludos, Carmen.
Vicente
Si la simiente es buena, saldrán castillos, todo es cuestión de proponérselo.
ResponderEliminarUn beso Carmen.
Malu.
¿Locura? ¿Ilusión? ¿Fe? Todo cabe en una semilla...
ResponderEliminarComo dice el dicho la fe mueve montañas.
ResponderEliminarEn ocasiones aquellos que perseveran en cosas imposibles los llaman locos, pero cuando lo logran entonces los llaman genios.
Buen relato Carmen.
Besos.
Gracias por vuestros amables comentarios. Me gustan mucho vuestra opiniones sobre el micro. Abrazos.
EliminarBendita locura del que cree lo imposible. Quizá en sus sueños se hagan realidad sus deseos, o en la ficción, que todo lo puede.
ResponderEliminarUn beso, Carmen.
El día que crezca el castillo ya verán, me ha recordado a jack y las habichuelas mágicas :D
ResponderEliminarSeguir soñando para seguir creyendo. Podemos construir castillos en el aire enraizados fuertemente en la tierra.
ResponderEliminarSi construimos castillos en el aire, ¿por qué no vamos a hacerlo en la tierra?
ResponderEliminarSaludos, Carmen
Carmen, dicen que "toda piedra hace pared" y tu protagonista siembra esperando recoger. Nunca hay causas imposibles si uno cree en ellas y persevera.
ResponderEliminarMuy bien contado.
Besos
ResponderEliminarLa fe no solo mueve montañas, también hace crecer castillos de las entrañas de la tierra. Me ha gustado mucho tu propuesta, Carmen. Un abrazo.
Si pueden hacerse castillos de arena y castillos de naipes, e incluso castillos en el aire, por qué no también castillos de guijarros. Hay que atreverse a soñar, claro que sí.
ResponderEliminarSaludos cordiales, Carmen.
Aparte del bello planteamiento que transmites, me encanta esa última imagen del castillo brotando de la tierra.
ResponderEliminarSaludos, María.
Perdón, quise decir Carmen.
EliminarGracias de nuevo a todos. Soñar nos hace ser humanos, los que no sueñan, nunca podrán imaginar un mundo mejor. Enrique no te disculpes, también me llamo María. Abrazos.
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