Infiel con guante virtual
Las tres de la tarde, ambos llegan puntuales a la cita. El tiempo pasa rápido, no se dan cuenta de la hora.
El esposo regresa del trabajo. Ella se apresura a esconder a su amante.
Él nota su nerviosismo y atina al abrir el armario. Pero solo encuentra un portátil.
El esposo regresa del trabajo. Ella se apresura a esconder a su amante.
Él nota su nerviosismo y atina al abrir el armario. Pero solo encuentra un portátil.
El amante en casa. Desde luego las nuevas tecnologías dan para mucho y en este terreno resbaladizo en el que desarrollas el relato, las cosas han cambiado mucho y lo seguirán haciendo.
ResponderEliminarTensión con sorpresa digital. Saludos, Yoli.
Así es Manuel Bocanegra, ese asunto de la infidelidad por internet, dará para más, incluido el whatsaap que tiene ya muchas historias. Gracias por comentar. ¡Saludos!
EliminarLos tiempos cambian y con ellos las formas de relacionarse, hasta de ser infiel, si es que ello es posible de forma no presencial, pues la falta de elemento físico casi induce a pensar en un amor platónico, casto y puro. De una forma o de otra, hay elementos clásicos que parece que no cambian, como que el amante se oculte en un armario, un elemento lleno de utilidad en cualquier época.
ResponderEliminarUn relato que muestra cómo la tecnología puede llegar a todos los ámbitos humanos.
Un saludo, Yoli
Hola Angel Saiz, abundan los que creen que relacionarse por internet no es infidelidad y está claro que sí lo es, los sentimientos al ser descubierto/a, son los mismos para la pareja que si fuera en la vida real. Gracias por comentar. ¡Saludos!
EliminarYoli, muy original relato, la historia de una infidelidad adaptada al tiempo actual, el título es muy bueno como parte del relato. El marido solo tendría que abrir el ordenador y encontraría al amante.
ResponderEliminarBuen relato, Yoli, me ha gustado.
Besos.
Hola Javier Puchades, sí, el título me pareció el adecuado por que al igual que los que usan guantes para no dejar rastros, es lo que pretenden los infieles por internet.
EliminarEs la primera vez que participo en esta web y me gusta la experiencia. Gracias por comentar.
¡Saludos!
Yoli, desde que Internet y las Redes Sociales nos han abierto una ventana al mundo, las relaciones personales que se establecen permiten que se produzcan infidelidades virtuales. No siempre hace falta mantener un contacto fisico para que exista una traición. A veces es más dolorosa, ya que se traicionan sentimientos.
ResponderEliminarLo que parece que no cambia es el lugar donde se esconde al amante. Jajaja.
Buen micro con sorpresa final.
Besos
Así es Pilar, lo del armario es lo tradicional para esconderse el amante, y en esta relación virtual no podía ser menos jeje.
EliminarGracias por comentar.
¡Saludos!
Si no me equivoco, hay dos infidelidades ahí: la de él y la de ella. Que has mezclado. Y aunque entiendo, hay algo que me ha desconcertado. Quizás la puntuación o la mezcla de ambas, la mezcla de las do historias en la línea central, creo que me perdido un poco en esa mezcla.
ResponderEliminarPuede ser Luisa, que con quien ella conversara al otro lado de la red, también es un infiel.
EliminarEn esta historia, la mujer se ha salvado por poquito y por la ingenuidad del esposo, aunque sospecha que algo sucede.
- Significará que ella seguirá con su amante?
- Algún día serán descubiertos por sus parejas? Respondería que sí a ambas preguntas.
Saludos, gracias por comentar.
Mucho sobre infidelidades, si virtuales, físicas, platónicas... ¿Y el armario qué? Elemento mudo pero soporte de mil y una intrigas.¿Culpable o inocente? ¡Si los armarios hablaran! jejeje!
ResponderEliminarOriginal relato, Yoli.
Saludos.
Así es Isidro, las historia reales y ahora virtuales que podría contarnos el armario, da hasta para una novela :-)
EliminarNi culpable, ni inocente, más bien cómplice jeje
Gracias por comentar.
Parece que por mucho que cambien los tiempos, los armarios seguirán siendo cómplices de las infidelidades. :) Buen relato, Yoli, me has hecho sonreír. Un beso.
ResponderEliminarIgual Matrioska. Me alegra saber que el micro te provocó una sonrisa, gracias por pasar a comentar.
EliminarSon tiempos modernos. Al menos en la forma, porque en el fondo (del armario) siempre aparecerá el amante. Divertida historia.
ResponderEliminarBienvenida, Yoli.
Un abrazo.
Así es Fina :) Gracias por comentar.
EliminarBonita sorpresa final. La esposa estaba engañando a su marido virtualmente. Por cierto, ¿dónde había escondido el guante?
ResponderEliminarSaludos, Yoli
El guante? el guante es virtual y lo usará en otro momento jeje
EliminarEl día que nos implanten un chip en el cerebro, ya no harán falta armarios. Bastará con saber hacer cara de póquer.
ResponderEliminarSaludos cordiales, Yoli.
Se me ocurre que, con esto de la crisis, igual han aumentado este tipo de infidelidades, ¿no? Por lo menos sale barato, ja, ja, ja.
ResponderEliminarEl que no cambia a pesar de los años es el elemento cómplice, el armario.
¡Tiempos modernos! ¿Qué será lo siguiente?
Un beso.
Malu.
Yoli, por comodidad o falta de tiempo, nos estamos dejando atrapar por la realidad virtual. Cada año que pasa creo que Matrix se acerca a una historia real, y se va alejando de la Ciencia Ficción.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Un beso.
Pablo.
Me ha sorprendido el final, muy bueno.
ResponderEliminarTodo muy virtual, sí, pero el clásico armario ahí estaba, como antaño, testigo presencial de esta infidelidad, también, en estos tiempos modernos.
ResponderEliminarBuen microrrelato, Yoli. ¡Y bienvenida a la familia cincuentista!
Un saludo.