La enfermera
Volvió el dolor. Pulsé el botón y vino una a ponerme la anestesia, pero no era la que buscaba. Sólo me calmaría verla a ella. Una hora después lo volví a pulsar y apareció. Tras una conversación angelical me sentía en el cielo. Hasta que me preguntó si había depositado.
Jajaja, me he descojonado un buen rato. No sé si esa era la intención, pero a mí me ha hecho mucha gracia. Salud.
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