De repente, la felicidad
Un músico callejero cantaba cuando cuatro chicas, pantalones ajustados, melenas largas y toda la vida por delante empezaron a tararear junto a él. Agarradas por la cintura, cantaban y reían compartiendo un momento mágico que quizá no volvieran a vivir en muchos años, aunque ellas eso no lo podían saber.
Bueno, la felicidad también es un bien demasiadas veces unidireccional. Cuántas veces recordamos como felicidad algo que otras personas no verían de la misma forma. Con todo, la magia está ahí, en un momento, una sonrisa, una fotografía en la memoria.
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