Sentencia
La cursi de mi hermana pasó su infancia pensando cómo sería el día más bonito de su vida: su boda. Más o menos, acertó.
Yo era más dramático, pensando cómo sería mi final: haciendo deportes de riesgo. Me equivoqué.
El día D, el verdugo sonrió: "Enhorabuena, ya tiene su hipoteca".
El día D, el verdugo sonrió: "Enhorabuena, ya tiene su hipoteca".
Desde niña planificó el día más bonito de su vida: vestido blanco, arroz y luna de miel. En cambio -aunque dejando todo librado al azar-, él imaginó las mil y una formas de su final.
ResponderEliminarSe materializó al mismo tiempo para los dos: “Sí, quiero”, dijo él, y ella sonrió.
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jugando a partir de la lectura de este cuento, y quedó en 50 exactas!
;)