El milagro
De pronto, un haz de luz celestial penetró las vidrieras de la iglesia con gran estruendo. Cegado, me agazapé entre los bancos hasta que el ruido cesó. Al incorporarme observé atónito cómo una horda de zombis se arrastraba hacia la comunión. Salí eufórico, y repicaron las campanas:
—¡¡Es un milagro!!
—¡¡Es un milagro!!
Por una vez el retrato de los zombis ha sido diferente. Quizá se han encarrilado, aunque antes de tomar la comunión, primero deberían pasar por el confesionario. Un saludo
ResponderEliminarNo sé si has captado el sentido del relato... Por si acaso, lo explico. Trata de alguien que está en misa y, de pronto, "ve la luz" y percibe a los asistentes no ya como semejantes sino como una especie de zombis que se comportan como si no pensaran por sí mismos. Entonces, sale de la iglesia para siempre y siente, paradójicamente, que ha ocurrido una especie de milagro en ese despertar.
EliminarPuede confundir porque hay un juego intencionado con narrarlo como si fuera una intervención divina.
Precisamente lo que más me gusta de los relatos breves es la libre interpretación de los mismos. Lo que uno escribe no siempre es lo que los demás "ven".
EliminarA mí me ha ocurrido. Léase aquí: http://unamariposacomosello.blogspot.com.es/2013/03/errata.html
Cuando un relato da para un tema de conversación es que tiene mucha miga, no es plano. Felicidades. Besos
Eso por supuesto. Lo bueno del arte es que despierta en cada uno sensaciones y pensamientos distintos, por lo que la perspectiva es un elemento que, en lugar de entorpecer la interpretación de una obra, la enriquece.
EliminarMuchas gracias por comentar. ¡Y felicidades a ti por tu blog!