Garabatos
—Vaya garabatos... —sentenció impía la maestra.
El párvulo regresó a su pupitre. En la soledad del patio, rompió con rabia su pequeña obra de arte en tantos pedazos como lo estaba su corazón. Con el tiempo llegó a ser un reputado pintor hiperrealista, pero su firma seguía siendo un garabato.
Escrito por Lola Pacheco
El párvulo regresó a su pupitre. En la soledad del patio, rompió con rabia su pequeña obra de arte en tantos pedazos como lo estaba su corazón. Con el tiempo llegó a ser un reputado pintor hiperrealista, pero su firma seguía siendo un garabato.
"Aaay, doy clases a párvulos y me ha tocao la fibra sensible. Me encanta!!!! Precioso!"
ResponderEliminarCuantas vocaciones frustradas habrá por culpa de profesoras como ella. Hiperrealista me parece. Me he acordado de mi infancia en un colegio de monjas, no te digo más.
ResponderEliminarSuerte este mes! Besicos
Hola Beatriz. Yo soy de las que piensa que todo el mundo lleva un pequeño genio dentro. Sólo hay que rascar un poquito, a veces ni eso.
EliminarSuerte a ti también y gracias al comentarista anónimo/a.
Lola
Genial... genialísimo... tu relato... me gustó... lo dice tantos puntos suspensivos como he puesto... ... ... ¿Se puede decir genialísimo?
ResponderEliminarVaya, me parece que es un poco tarde para contestar y que lo leas, pero por si acaso, te doy las gracias por tu comentario, aunque tengo que decirte que al principio me he asustado un poco porque he leído "generalísimo".
EliminarUn saludo, Narión.
Lola Pacheco
Es tan importante motivar como enseñar..enhorabuena Lola, me ha gustado mucho. un saludo
ResponderEliminarTienes toda la razón. En algún sitio escuché que el verbo "aprender", como "querer", no se puede usar en imperativo. Y ahí está la clave: en encontrar "el motivo" para que el otro quiera aprender. Tal vez por eso yo nunca aprenderé lo que es un fuera de juego, por mucho que me lo expliquen.
EliminarMe alegro de que te haya gustado. Muchas gracias por tu comentario, EAE.
Lola Pacheco