Autopsia
Acababa de bajar al depósito y se disponía a realizar la autopsia del joven. Al abrir la cámara frigorífica, el miedo estuvo a punto de hacerlo desmayarse y caer: el cuerpo había desaparecido. Escuchó un rugido siniestro justo detrás y, al darse la vuelta, el fallecido se abalanzó sobre él.
El final era previsible en gran medida, pero tengo que reconocer que me gustan mucho este tipo de relatos cortos.
ResponderEliminarEnhorabuena, Iván.