Las aventuras del imprevisor Dr. Klausen (III)
De vuelta en 2013, el científico comprobó la fecha aliviado. Oyó pasos. ¡Era él mismo! Su otro yo irrumpió asustado en la habitación, empuñando una pistola. "¡Espera, no dispares!". Presa del pánico, abatió al doctor visitante y, tras meditar la situación, se introdujo sin remedio en la máquina recién acabada.
La moraleja de esta pequeña saga que aquí concluye es: ¡vivid siempre en el presente! Pretender instalarse en el futuro o en el pasado, aunque sea mentalmente, sólo trae desajustes y una espiral de desavenencias de difícil solución ;-) ¡Espero que os haya gustado!
ResponderEliminarAunque a veces es inevitable que persistan antiguas desgracias o nos ilusionemos con los pájaros del futuro, lo correcto es vivir el ahora.
EliminarBuen relato.
Un abrazo.
Hola. Pasaba por aquí y me han gustado tus micros. No te impotará que te enlace en la lista de mi blog? relatoseneltiempo.blogspot.com.es/ Saludos!
ResponderEliminar¡Cómo me va a importar, yo encantado! Yo aquí enlazo siempre a los autores que envían algún relato, así que ya sabes, cuando quieras participar, bienvenido eres ;-)
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