Bingo
Viejo amigo y fiel guardián, recorría incansable los caminos de mi casa de campo rodeada de naranjos. Ayer lo encontramos dormido para siempre, donde siempre dormía. Descansa en la tierra donde siempre vivió. Voy a plantar un rosal sobre él. Era un pastor alemán, compañero fiel, y se llamaba Bingo.
Como al viejito del primer relato.
ResponderEliminarSi, es muy parecido, pero este relato es real, muy real. Te acordabas de mi primer relato, eso es un honor, gracias!!!
EliminarSé lo que es perder a un animal querido. Aún sueño con que los perritos vayan al cielo y reencontrarme con ella. Buen Micro.
ResponderEliminarLos queremos tanto como un miembro más de la familia. Encantada de que te haya gustado.
EliminarUn relato triste..pero a la vez un homenaje al que tanto nos brinda..sin casi pedirnos nada.. Precioso
ResponderEliminarSaludos desde el sur
Me alegra que te haya gustado. Son pequeňas palabras para un fiel compaňero. Saludos desde Valencia.
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