Quiénes somos
Se miró en el viejo espejo y dijo: "¡Qué guapa!" Y siguió andando impasible, torpemente, como venía haciéndolo en los últimos meses. La seguí, a cierta distancia, por el salón sin poder reprimir aquella lágrima que resbaló por mi mejilla para terminar confundiéndose en las frías losas de la casa.
¡Qué pena! Supongo que ella había perdido la cabeza y pensaba que la que veía en el espejo era otra persona... Me ha gustado porque invita a la reflexión. Saludos
ResponderEliminarEs lo que tiene la enfermedad del Alzheimer: quien la padece no es capaz de reconocerse cuando se ve, por ejemplo, en un espejo o en una fotografía, pero tampoco reconoce a quienes le rodean, por muy cercanos que sean. Es triste pero es la vida. Gracias por tu comentario.
EliminarA mí también me ha gustado. Triste, reflexivo e inquietante.
ResponderEliminarMe agrada que también te haya gustado. Y lo defines muy bien: triste (es verdad), reflexivo (para hacer pensar) e inquietante (¿alguien está libre?). Gracias.
EliminarPrecioso. Un par de vidas recreadas en cincuenta palabras.
ResponderEliminarGemma, ya sabes a qué par de vidas me refiero. Gracias por descubrirme esta página.
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