Demasiado importantes
Los ejecutivos suben al avión con la tez cetrina y el maletín negro. Regresan a casa ojerosos, callados y vencidos. Uno diría que se preguntan si merece la pena llevar esa vida tan triste, pero mañana volverán a subirse al avión convencidos de ser demasiado importantes para hacerse preguntas tontas.
ResponderEliminarUna muy triste realidad. Me ha gustado tu relato Gemma. ¡ Saludos!
Muchas gracias.
ResponderEliminar