Un día cualquiera

Se cantó a sí mismo el cumpleaños feliz, tratando de no desafinar demasiado. Luego expulsó el humo de una vieja calada de cigarrillo, dio un sorbo directo a la botella de cerveza y sopló la vela que se sostenía sobre una rancia magdalena dura por el paso de los días.
Escrito por Emilio Álvarez - Web

4 comentarios :

  1. Tristes cumpleaños los de los indigentes solitarios cuyos día a día son aún menos alegres.
    Buen relato, Emilio, sobre todo por la temática.

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  2. Me gustaría que estuviese entre los 8 mejores del mes.

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