Basta una llamada

Sonó el teléfono temprano y lo cogió mi madre. Le oí decir "¿sí?". Y luego un largo silencio. La miré extrañado y vi que su rostro estaba demudado. Se sentó despacio y preguntó "¿dónde?". Entonces supe que nuestra vida había cambiado y que ya nada volvería a ser como antes.
Escrito por Gemma Torres - Web

4 comentarios :

  1. Las malas noticias siempre vienen por teléfono. Impactante relato, como la vida misma. Muy conseguido, Gemma. Va mi voto.

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