La primicia
La gotita de sudor. El tembleque. La pantalla en blanco. La barrita parpadeando. Parpadeando. Parpadeando.
Abrió el cajón y sacó una pistola. Se asomó a la ventana, expectante. ¡Pam! ¡Pam! ¡Pam, pam, pam, pam! Por fin, logró acertar y se volvió hacia la pantalla, resoplando satisfecho:
"TERRIBLE HOMICIDIO EN FLINGERN..."
Abrió el cajón y sacó una pistola. Se asomó a la ventana, expectante. ¡Pam! ¡Pam! ¡Pam, pam, pam, pam! Por fin, logró acertar y se volvió hacia la pantalla, resoplando satisfecho:
"TERRIBLE HOMICIDIO EN FLINGERN..."
Muy bien, sí señor, un periodista con iniciativa. Pero no te vengas a vivir cerca de mi casa.
ResponderEliminarMe encanta tu sentido del humor. Un abrazo.
Lola Pacheco
Bueno, si nos atenemos a su mala puntería (aunque no se sabe bien si necesitó las seis balas del cargador para hacer blanco en el vecino o si fue para completar las cincuenta palabras...), se ve que era la primera vez que se quedaba en blanco. Esperemos, Lola, que no le tome gusto a tan expeditiva inspiración.
ResponderEliminarRelato muy original, Álex. Va mi voto.
Digamos que el tipo se tiene que inventar la noticia literalmente. Quería poner de manifiesto la presión del periodismo moderno por rentabilizarlo todo, y nada más rentable que el morbo y las desgracias, ¿o no? Y cuanto más cerca, más miedo, y ¡más ventas!
ResponderEliminarY, aunque no te lo creas, Víctor, hice un gran esfuerzo por recortar palabras hasta cuadrarlo, pero me negué a quitar un solo ¡Pam! ;-)
¡Gracias a los dos!
Jejeje, me gusta, me gusta ;).
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