Leyendas de pasión
—¡¡Qué noche más mala!!
—Culpa tuya, ¡te dije que no hicieras tonterías!
—¿Tonterías? Hacerlo con pasión no es tontería, me parece a mí...
—No, pero con un marcapasos en el pecho es temerario.
—¿Qué tal te fue a ti?
—No estuvo mal...
—¿Repetimos esta noche?
—Ya echaremos otro bingo mañana.
—Culpa tuya, ¡te dije que no hicieras tonterías!
—¿Tonterías? Hacerlo con pasión no es tontería, me parece a mí...
—No, pero con un marcapasos en el pecho es temerario.
—¿Qué tal te fue a ti?
—No estuvo mal...
—¿Repetimos esta noche?
—Ya echaremos otro bingo mañana.
Me gusta que el final de los minirelatos me sorprendan. Cuanto más me sorprenden, más me gustan. Muy bien, Rafael. Va mi voto.
ResponderEliminarCoincido con Víctor: creo que ahí está la esencia de un microrrelato, en sorprendernos, en que esperemos un final y que este sea muy diferente al que esperábamos. Está muy bien, Rafael. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarGracias a ambos
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