Y sentenció su futuro
Miró fijamente a Alexis acodado junto a ella en la barra. No le atraían su belleza ni su talento, le seducían su melancolía, ese aire de rozar el abismo, los ojos llenos de demonios, esa boca que prometía tormentos de pasión y desdicha.
—¿En tu casa o en la mía?
—¿En tu casa o en la mía?
¡Ojito con las "femmes fatales"! Son capaces de definir lo que te sucederá, sea bueno o malo, ¿quién lo sabe?
ResponderEliminar¡Qué fama! Se supone que es él el que le va a traer todo tipo de infortunios, jajaja.
ResponderEliminarVaya. Supuse que la seductora era ella, como la mujer es quien suele dar siempre el primer paso... No pensé en que fuera él el motor de las desgracias futuras de ella, o el de ambos. Que al final no se sabe de quién es la casa. ¿O sí?
EliminarPues no, la casa no se sabe de quién va a ser, la pasión y la desdicha de ella.
EliminarPero, ¿esas cosas ocurren en la vida real?
ResponderEliminarBuen relato, Gemma, que a más de uno nos ilusiona (en cuanto tenga ocasión, me siento en una barra de bar y pongo cara melancólica y de malo...).
Tienes el éxito asegurado, Víctor.
ResponderEliminarYa me contarás.
Fui al bar de la esquina y, siguiendo tus consejos, puse cara melancólica y ojos endemoniados. El resultado no debió ser demasiado bueno porque la única que se me acercó fue la chica del bar para decirme:
Eliminar- Déjame que lo adivine, hoy será una infusión de manzanilla.
Estoy segura de que eso pasó porque no escogiste la hora adecuada, que no se menciona en el relato pero es importante. A las 9 de la mañana no funciona.
EliminarSerá. Prometo volver a una hora más adecuada. Ya te contaré, Gemma.
EliminarComo prometido, anoche volví al mismo bar a las 9. Me acodé en la barra y, rezumando melancolía, miré a la lontananza con ojos maquiavélicos. La chica del turno de noche se me acercó solícita:
Eliminar-Uy, uy, uy…, no me diga que a usted también le han bajado la pensión.
Definitivamente, Gemma, no sé sacarle partido a tu estratagema…
¡Ja! ¡Qué bueno, Víctor!
EliminarEs que te dejaste el Rolex en casa, es que si no nos preparamos bien no puede ser.
EliminarVeamos, hay que ir tristón pero no deprimido, reservado, nada de ir contando la pena de Murcia, absorto en tu interior porque está claro que es muy interesante, un buen reloj en la muñeca, una camisa o camiseta negras, las manos en torno al vaso, una mirada distraída alrededor de vez en cuando y cuando te encuentras con la mirada de la chica, un punto de interés, una chispa canalla en tus ojos.
A ver si esta vez...
Tus recomendaciones, Gemma, solo me han funcionado a medias.
EliminarTe cuento: me enfundé la única camiseta negra que encontré en el baúl (era de los Rolling, quizá ya algo estrecha para disimular mi prominente vientre...), me calcé un Rolex que le pedí prestado a mi vecino del tercero, y fui al bar. Hice todo al pie de la letra: Rolex bien visible y mirada alrededor con chispa canalla. De repente -¡oh, milagro!- me encontré con su mirada. Con gran turbación por mi parte, vi como la chica rubia se me acercó.
- Caballero, ¿tiene usted la factura de ese Rolex?
Al parecer, era de la brigada antifraude...
Estás gafado para el ligoteo rápido, Víctor, no puede ser otra cosa. Creo, sin embargo, que los dioses te han concedido una pluma ágil, inspirada y divertida y, claro, es que no se puede tener todo.
Eliminar¿Quieres decir que no ligo porque se me ve demasiado la pluma?
EliminarMe llevas tres traineras (que se dice por aquí). Ese sentido de la palabra "pluma" ni se me había ocurrido, jajaja.
Eliminarpocas palaabras y mucho contenido.
EliminarMe gusta la síntesis.