Hambre de todo
Said, su nombre. Edad no tiene pues la perdió intentando llegar a Europa. Cada día sin desayunar llega al centro. Camina más de una hora para encontrar sitio en la sala de ordenadores. Le miramos a hurtadillas. ¿A qué jugará este chaval? Aprende a leer con poemas de Gloria Fuertes.
Me gusta cómo encaja el nombre Gloria Fuertes en el relato.
ResponderEliminarHay tristes realidades en nuestro estado de bienestar (aunque cada vez menos bienestar) a las que apenas prestamos atención. Un relato para la reflexión. Saludos
ResponderEliminarMuy bonito Freya. Un personaje al que se le coge cariño en el relato, pero que por la calle seguramente miraríamos con desconfianza. Las cosas como son.
ResponderEliminarMucha suerte :)
Radon
Triste, pero con la esperanza del que quiere mejorar y no se rinde. Buen micro, lleno de realidad terrible y cercana.
ResponderEliminarY a lo peor no le dejaban ni entrar en la biblioteca.
ResponderEliminarNo te digo más porque Radon me ha leído la mente.
Un abrazo. Suerte.
Lola Pacheco
Muy bien escrito, sensible y sencillo. Me gusta Gloria Fuertes.
ResponderEliminarEnhorabuena!
Un saludo!
La Marca Amarilla
Gracias por los comentarios y por leer a este personaje que es una persona real. Desgraciadamente.
ResponderEliminarSaid ha elegido aguas profundas pero tranquilas pero profundas para aprender a nadar. Sin duda llegará a tierra.
ResponderEliminarSuerte Freya.
Gracias Juancho. Y Ojalá Said llegue.
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