Colofón
El día de su muerte la jornada fue corriente: comió la comida del día anterior; leyó el diario, saltándose las tiras cómicas; escribió correos electrónicos; memorizó un chiste picante; engrasó su revólver y se le escapó el tiro mortal. En los estertores de la muerte lamentó ser lo que fue.
Muchas veces nos arrepentimos de lo que hacemos cuando ya es tarde para cambiar. Buen relato y claro mensaje. Saludos
ResponderEliminarMuy bueno
ResponderEliminar