Efecto mariposa
Comentan que doña Jacinta se ha vuelto loca: arrancó los geranios de sus balcones, orgullo de su casa y envidia de las vecinas, y va por los jardines cazando mariposas, dice que para que no revoloteen.
Pobre doña Jacinta. Todavía ignoran que su único hijo ha emigrado a Nueva Zelanda.
Pobre doña Jacinta. Todavía ignoran que su único hijo ha emigrado a Nueva Zelanda.
Me encantan estas historias!!! Lola, por decir algo, me sobra ese "Pobre doña Jacinta" ... Quizás de título ... Pero me gusta el relato!!!
ResponderEliminarUn saludo de La Marca Amarilla.
A mí me ha gustado mucho Lola. No le hagas ni caso a La Marca que tiene envidia.
ResponderEliminarMucha suerte!!!
Radon
(¿Se ha notado mucho?)
EliminarEl dolor ante la pérdida o el alejamiento de lo más querido, que viene a ser lo mismo, desbarata la mente de la protagonista, que destruye su mejor obra y la emprende con las pobres mariposas. Se lee de un tirón y va a gustar a mucha gente, como me ha pasado a mí. Otra de tus perlas, Lola.
ResponderEliminarHasta que he visto tu comentario pensaba que todos los relatos de la página se leían de un tirón ;-)
EliminarPerdón si no me explico bien. Simplemente quería decir que a mi modo de ver es una virtud hacerse entendible a la primera, sin necesidad de sesudos repasos posteriores. Un saludo, Alex.
ResponderEliminarMe imaginaba, pero me hacía gracia imaginarme a alguien leyendo hasta la mitad y pensando "¡Buf, el resto después de comer!"
EliminarMuchas gracias, Marca, Radon, Ángel. Vuestros comentarios animan, más aún proviniendo de gente a la que YO envidio. Sólo una cosa, Ángel, la señora Jacinta no está tan loca como parece; intenta seguir velando por su hijo a su manera, aunque para ello, como tú bien dices, tenga que destruir su mayor tesoro.
ResponderEliminarUn saludo a los tres. Espero leeros pronto.
Lola Pacheco
Como sigamos así este país se va a quedar sin geranios.
ResponderEliminarMe gusta mucho el relato.
Luis García.
Lo que pasa es que Lola desde que está con los lunáticos esos está creciendo tanto que ya no va a caber en la página. Y que conste que he tenido que leerlo en tres sentadas.
ResponderEliminarAbracísimos.
Entiendo muy bien a doña Jacinta; después de que las circunstancias te arrebaten a un hijo, los geranios y las mariposas, que tan bien complementan una vida plena, dejan de tener sentido ante la magnitud de la tristeza.
ResponderEliminarEn resumen, Lola, me ha emocionado. ¡Felicidades! Un saludo
Lo que Doña Jacinta quiere (que me corrija Lola si me equivoco) es evitar el llamado "efecto mariposa" y, ya que su hijo está al otro lado del mundo, quiere evitar que las mariposas aleteen para protegerlo. No es que esté triste ni loca, creo yo. Si acaso es ingenua, pero resulta tierno ;-)
Eliminarhttp://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_mariposa
Vale, Álex, no lo había interpretado correctamente. Sí que conocía lo del "efecto mariposa". Gracias por la aclaración. Saludos
ResponderEliminarEste es desde luego un micro redondo, en el que final te devuelve al título y entonces todo cobra sentido. Además está escrito con esa sensibilidad que Lola destila por sus poros y con el calor de su tierra andaluza.
ResponderEliminarLuis, Barlon, Juana, Juancho... Qué concurrido está esto. Mil gracias a todos por vuestras bellas palabras. Álex, gracias a ti también por mantener esta página y por tu aclaración, aunque me resisto a pensar que doña Jacinta esté completamente cuerda.
ResponderEliminarUn abrazo a todos,
Lola Pacheco