I Re 3:16-28
En aquel tiempo vinieron a él dos prostitutas. Cada una alegaba que no había engendrado tal criatura, que el niño no era de ella, que el monstruo era de la otra.
Pidió Salomón que trajeran su espada, y a cada mujer dio una pequeña pierna, un bracito y una cabeza.
Pidió Salomón que trajeran su espada, y a cada mujer dio una pequeña pierna, un bracito y una cabeza.
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