Mi mujer y la aguja de crochet
¡Ay! mísero de mí, inconsciente. Me arrellané en el sofá sin ver la aguja de crochet, me esperaba puntiaguda. ¡Qué dolor! Imposible, no sale. Llamaré a la vecina. ¡Ni se te ocurra! Ahora sí salió, pero, ¿qué lleva colgando? una vena, un tendón. ¡Ah! ¡Uf! Es el hilo del pantalón.
Jo! qué daño más poético!
ResponderEliminarEnhorabuena! ;)