Trapos sucios
Lava en agua fría, tiende con sumo cuidado, plancha a temperatura suave, almidona y perfuma de jazmín su ropa interior. Satisfecha del resultado, la arroja al cesto de la ropa sucia. Después, sale en busca de la felicidad; un par de conjuntos de lencería fina y cualquier excusa para estrenarlos.
A eso se la llama hacer borrón y cuenta nueva, con sumo respeto al pasado, eso sí. Es una alegría poder leerte de nuevo, Beatriz.
ResponderEliminarA mi con la lencería ya me has ganado Bea.
ResponderEliminarDonde te metes? Te tengo perdida la pista.
Un saludo
Radon (@MicroRadon)
La seducción al servicio de la literatura. Gracias por volver. Un beso.
ResponderEliminarHola, Beatriz, ¡vaya sorpresa tan grata! Espero que el perfume de tus relatos nos acompañe de aquí en adelante. Un abrazo
ResponderEliminarQué bueno leerte de nuevo, Beatriz. Me ha gustado mucho tu manera tan primorosa de pasar página. Un abrazo.
ResponderEliminarLola Pacheco
Pues sí, a veces es bueno dejar a la chica buena en casa y sacar a pasear a la mala... Un beso, Beatriz.
ResponderEliminarHola, chicas y chicos. Debo confesaros que estaba muy agobiada con los dos blogs, además de Facebook y Twitter (y la vida real, naturalmente). Desde hace un mes vivo retirada en un monasterio budista, Wordpress se llama. :)
ResponderEliminarMe encanta que "Cincuenta palabras" que descubrí allá por marzo-abril, nos haya reunido de nuevo. Sigo vuestros pasos en la medida de lo posible. Besos para todos.
Bea
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