Cuestión de protocolo
La sopa fría en la mesa. El pavo tampoco ofrece el lustre de lo recién hecho. Un niño dormita junto a su madre ausente. Del auricular, que pende aguantándose por el cable rizado, sale lejana una voz grave:
—¿Está bien? Lo siento. Tendrá que venir al anatómico forense. Puro formulismo.
—¿Está bien? Lo siento. Tendrá que venir al anatómico forense. Puro formulismo.
Muy bueno, es impactante.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, Sergio Sixtos.
Eliminar"Un niño dormita junto a su madre ausente". En esa frase está todo el relato. Me ha encantado.
ResponderEliminarGracias, amiga Gemma. Ya sabes de dónde nació la idea de este micro. Quise reflejar lo impersonal y frío que resulta a veces dar una mala noticia. Sobre todo para quien tiene que hacerlo habitualmente.
EliminarSí que impacta, José Antonio. Buen relato.
ResponderEliminarMe agrada que te haya gustado, Ángel Saiz. Gracias.
EliminarAngustiante espera, mala noticia. Algo les intuía pero no querían mirar de reojo. Buen relato, gracias.
ResponderEliminarEsa es la parte más dura de una mala noticia: cuando la intuyes, pero te resistes a que sea verdad. Gracias Daniel por tus palabras.
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