En propia meta

Se comportaba extrañamente hacía tiempo. Todos lo habían notado, sin darle mayor importancia, sabedores del mal momento personal que pasaba.

Aquella tarde de derbi, cogió el balón y, ante la perplejidad de todos, incluido el trío arbitral, recorrió el campo desde el área contraria, dribló a su portero y... ¡¡¡Goooool!!!
Escrito por José Antonio Barrionuevo

6 comentarios :

  1. Me ha entusiasmado tu relato, José Antonio. También a mí me gustaría meter gol en mi propia portería, aunque me traten de loca.
    ¡Feliz Navidad!

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    1. Gracias por tus palabras, Patricia. Y llevas razón: de vez en cuando, aunque a uno lo tilden de loco (o loca), convendría hacer algo diferente, a contracorriente. Aunque solo sea por llevar la contraria. E igualmente para tí: ¡Feliz Navidad!

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  2. Tenía que hacer algo con su vida, no importaba qué, pero algo.

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    1. En el fondo, es una venganza por esa conmiseración que los demás le tenían. Gracias por tu comentario, Daniel. Y... ¡Feliz Navidad!

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  3. Me imagino a los comentaristas deportivos, esos que hablan hasta debajo del agua, comentando los posibles problemas mentales del jugador, algo sobre un maletín lleno de billetes del equipo contrario y así hasta el infinito, cuando sólo era una necesidad de ir contracorriente, como tú bien dices, José Antonio. Eso sí, quién va a fichar a este hombre después de eso. Me ha gustado. Un saludo y felices fiestas.

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    1. Ir a contracorriente, por supuesto, y decirle a todos que ya estaba cansado de la compasión que sentían los demás por su mala racha vital. ¡Quería que lo tratasen de otra manera, sin lástima! Y lo consiguió,a su manera. Bien es verdad que, desde entonces, dejó de jugar al fútbol. Ahora no sé por dónde anda. Gracias por tus palabras, Ángel Saiz, siempre tan acertadas. ¡Feliz Navidad!

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