Saludo de amigos
Se fundieron en un emotivo abrazo que parecía como si el uno entrara en el otro. Después de las preguntas rutinarias por las dos familias, el trabajo, la economía, la política, la salud y los estudios de los niños, se acercó a ellos Manolo Escobar, que llegaba en ese momento.
Es un relato que sólo tiene valor en el momento presente, dentro de un tiempo no lo entenderá nadie. Pero es una curiosa forma de ver que nos espera cuando acabemos nuestros días.
ResponderEliminarGracias por el comentario. Si hubiera mandado el relato hoy habría hecho llegar a Mandela o Eleonor Parker. De todas formas se puede considerar un minirrelato atemporal. Gracias.
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