The show must go on
"Tres, cuatro, giro; cinco, seis, izquierda..."
Era su nueva coreografía. El eco del bastón de la maestra seguía marcando el ritmo de sus pasos hasta llegar a casa. Entró y, con la elegancia natural que desprenden las bailarinas, alargó el brazo y posó en el paragüero su flamante bastón blanco.
Era su nueva coreografía. El eco del bastón de la maestra seguía marcando el ritmo de sus pasos hasta llegar a casa. Entró y, con la elegancia natural que desprenden las bailarinas, alargó el brazo y posó en el paragüero su flamante bastón blanco.
Impresionante, Lola. Elegante como tu bailarina, sobran las explicaciones.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Muchísimas gracias por tu comentario, Patricia. Tenía ganas de escribir una historia de superación y me salió esta. Me alegro de que te haya gustado.
ResponderEliminarEspero leerte pronto por aquí; siempre disfruto leyéndote.
Un abrazo prenavideño,
Lola Pacheco
Me ha recordado la serie "Fama" y me ha hecho un poquito más joven. Tonterías mías al margen, si era un relato sobre superación lo que pretendías lo has alcanzado con creces, dices mucho de la forma más natural. Enhorabuena, Lola.
ResponderEliminarLola, me permito poner un añadido porque tu relato me ha dejado pensando. Me faltó decir que el título le va que ni pintado, en tanto la vida siempre sigue queramos o no, y lo mejor es adaptarnos a ella con nuestras taras o virtudes. Aparte, se nota tu buen gusto musical, la buena música es inmortal, la de Queen desde luego.
ResponderEliminarNo tengo más remedio que volver a repetir el adjetivo utilizado por Patricia, estamos sin duda ante un micro que destaca por la elegancia con la que está escrito y que además nos deja un delicioso mensaje, con una referencia musical que significa la guinda para un pastel, que invita a ser degustado con absoluto placer.
ResponderEliminarEnhorabuena y un besote.
¡Juancho! Gracias por tu comentario, compañero y maestro. Me llena de orgullo y satisfacción. Upps. Pero es que te lo digo de verdad.
EliminarUn abrazo y felices fiestas.
Lola Pacheco
Ángel, tú eres muy brujo: Sí, me encanta Queen. Eso es lo que tenemos los cuarentones, que nos gusta lo bueno.
ResponderEliminarY sí también a todo lo demás: la música como metáfora de la vida que podemos bailar solos, en pareja, o formando una conga ;D. El caso es bailar, porque la música seguirá sonando.
Un abrazo casi navideño para ti también.
Lola Pacheco
Queen y Pink Floyd (en The Wall) ... Pues sí, debe continuar, y si es con elegancia, como tu relato, mejor que mejor, LOLA!!!!
ResponderEliminarUn saludo! ;)
Graaaacias, Marca. Me estoy viniendo arriba con Paquito el Chocolatero. Eso sí, con elegancia.
EliminarUn abrazo y bon nadal.
Lola Pacheco
Lo siento pero a mi este relato me deja frío.
ResponderEliminarVaya, pues lo siento yo también. Gracias por leerlo y opinar en cualquier caso.
EliminarFelices fiestas.
Lola Pacheco
Mira, yo también he escrito uno en 50 palabras:
ResponderEliminar"50 palabaras? Anda, y ¿qué puedo contar yo con cincuenta palabras? ¡Hasta en twitter regalan más palabras! ¿Empezar un bonito relato literario para luego darme cuenta que no puedo terminarlo? No, eso sería como interrumpir un coito. Hacerme pasar por escritor en cincuenta palabras? Eso sería engañarme a mi mismo."
Bueno, imagino que eres la misma persona del comentario anterior. Solo una sugerencia: puedes mandarle tu relato al administrador de este blog para que te lo publique. Es una pena que lo cuelgues aquí.
EliminarUn saludo,
Lola Pacheco
El reto no es escribir un relato de 50 palabras, sino ser capaz de sintetizar una gran historia en ese espacio. Deberías pensarlo como un formato diferente al que el ritmo y el lenguaje deben adaptarse, no como un "voy a escribr como escribo siempre pero más corto". Si alguna vez te ves capaz, ya sabes, estaré encantado de publicarlo ;-)
EliminarMe ha gustado y no poco. No me ha dejado frío, quería decírtelo.
ResponderEliminarGracias, Rockberto. Me alegro, y me gusta tu nombre tan "musical".
Eliminar¡Felices Fiestas!
Lola Pacheco
El gran teatro del mundo en el que somos simples marionetas en manos de quien sostiene nuestros hilos moviéndolos a su antojo.
ResponderEliminarYo tenía que decirte que tu relato me ha impactado.
FNR
FNR, no estás obligado a decir nada que no pienses. Por mi parte, si el relato no te gusta, pues lo siento y admito tu opinión. Quien expone, se expone.
ResponderEliminarVenga, que no creo que esto sea ningún teatro del mundo, sino simplemente un saloncito en el que nos reunimos para compartir. Anímate si todavía no lo has hecho.
Un saludo,
Lola Pacheco
De corazón lamento haberme expresado tan pésimamente como para que mis palabras te hayan llevado a pensar justamente todo lo contrario de lo que con ellas pretendía.
EliminarDe verdad que lo siento, Lola.
Saludos.
Fina
Iba a entrar a decir que no entendía la respuesta al comentario de Fina: yo lo había interpretado como un aplauso conmovido en cuanto a qué y a cómo lo habías dicho, Lola. Veo que ya lo ha explicado ella... sin embargo, como estaba en ello y, además, pretendía devolverte las felicitaciones, aprovecho aquí para hacer las dos cosas. Las tres, pues así te digo también que me gusta que te guste lo del nombre.
EliminarPerdón, perdón, perdón, Fina. No ha sido porque te hayas expresado mal, sino porque pensé que tu comentario venía de más arriba. Ahora si lo entiendo y te agradezco tus palabras. Uff, qué metedura de pata.
EliminarUn abrazo a los dos.
Lola Pacheco
No te preocupes, Lola. Ojalá todos los malentendidos tuvieran tan simple solución. ¡Felices fiestas! Y otro abrazo para ti.
EliminarFina
No soy muy docto en materia literaria, pero creo que estamos ante una nueva artista o alguien que maneja extraordinariamente el poder de las palabras. No puedo decir más. Es un relato maravilloso escrito por alguien maravillosa.
ResponderEliminarMi estimada Lola: Muy buen texto. Se nota pericia y dominio del lenguaje, en especial en la elección de los términos. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarGracias "Anónimo" y Eliseo.
ResponderEliminarEliseo, creo que es el mayor reto que presenta este tipo de relatos: encajar las cincuenta piezas de un puzle para contar una historia en la que cada palabra acaba siendo única e imprescindible.
Espero seguir leyéndote por aquí, comentando y escribiendo. Un abrazo y feliz entrada en el 2014.
Lola Pacheco