Bateadora
Aunque la cuesta era muy empinada, subió cantando con el bate de béisbol al hombro. Cuando llegó a la cima se asomó al abismo, hizo una bola con su recuerdo y bateó muy lejos. Se fue silbando y no oyó el lamento del eco, que no comprendió qué había pasado.
Qué sencillo sería poder escoger un recuerdo concreto y dañino y echarlo para siempre de nuestras vidas, hay ciertas heridas y sensaciones que cargamos sobre nuestras espaldas y cuya extracción nos vendría bien extirpar, aún a costa de endosársela al pobre eco, y aunque luego ya no fuésemos los mismos. Me gusta que la protagonista sea una chica y que regrese silbando, añade simpatía a un buen relato lleno de matices. Seguro que también gustará a otros como me ha gustado a mí.
ResponderEliminarGracias, Ángel. El eco es muy pesadico y hay que darle un pelotazo de vez en cuando para que nos deje un poco tranquilos. Abrazos.
EliminarUna forma muy ocurrente de deshacernos de nuestros recuerdos, evitando el repiqueteo de la conciencia reflejada en el eco.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu relato.
Gracias, Kante. Sí que he querido representar la conciencia con el eco. Y darle su merecido.
EliminarCreo que si pudiéramos hacer estos bateos una vez al año, el mundo estaría mucho mejor... Buen relato! Saludos
ResponderEliminarMe ha gustado mucho. Quería decirlo, pero no me es dado añadir algo a lo ya dicho, diría lo mismo.
ResponderEliminarAsí que lo dejo así, el comentario.
Muy buen relato Patricia, como nos tienes acostumbrados en otras ocasiones. Me gusta mucho la idea del bate para deshacerse de los recuerdos. Y el final con el eco es muy sonoro.
ResponderEliminarUn saludo
Radon
Muchas gracias a todos. Me voy muy contenta a que me pongan puntos... Que el eco me ha devuelto el pelotazo mientras os estaba leyendo y me ha abierto una brecha en la cabeza.
ResponderEliminar¡Abrazos!
¡Me encanta el final! "que no comprendió qué había pasado. " La posibilidad de entender pasado como "ocurrido/sucedido" o como "pasado", algo que ya no está. Increíble.
ResponderEliminarGracias, Gonzalo. Efectivamente mis metáforas no siempre se entienden (soy un poco torpe) y me entusiasma que lo hayas captado. El eco no ve la bola y siente el pelotazo sin saber qué ha sido, pero, ¿no será que no ha entendido el por qué de la despedida?
EliminarCuriosidad: ¿por qué me estáis comentando sólo chicos? Qué fuerte, no le ha gustado a ninguna chica y es un relato totalmente feminista... Me voy al psicoanalista.
ResponderEliminarA mi me ha gustado mucho también y soy chica (no tan chica ya de edad, muy a mi pesar, aunque se trata de un pesar pequeñito, total, es ley de vida cumplir años)
ResponderEliminarSaludos.
Mi anónima amiga, quien esté libre de años, que tire la primera piedra.
EliminarUn beso.
Me ha encantado y a veces me acuerdo del contenido del relato, que me parece muy resuelto y optimista.No sé por qué me resulta tan complicado publicar.Veamos si esta vez tengo suerte.
ResponderEliminarEmilia Tuc
Emilia, escribes muy bien. Eres profunda, serena y elegantemente sencilla. Y eso es muy difícil.
EliminarMás vale poco y bueno, que mucho y loco, como servidora.
Un abrazo.