El profesor
Aparentaba ser una persona normal llevando una vida corriente y trabajando como profesor. Pero pasaba las noches en vela, obsesionado con sus alumnos y corrigiendo una y otra vez sus trabajos, buscando la perfección en cada uno de ellos. No quería que fueran como él. Nunca pudo aprender a leer.
Este relato me resulta una analogía de la eterna duda moral de los padres a la hora de educar a sus hijos. Por un lado resulta entrañable en la implicación en la educación de sus hijos y por otro lado preocupante en la obsesión que nubla sus buenas intenciones para corregir en ellos sus propios errores. Buena historia.
ResponderEliminarInteresante visión. ¡Gracias por tus comentarios!
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