Falsas ilusiones
Un día te vi a lo lejos. Me miraste y yo te devolví la mirada, cómo no hacerlo. Entonces decidiste acercarte a mí. Yo ilusionada dejé el libro que tenía en mis manos y me levanté para saludarte. Pero tú con gesto perdido me preguntaste por la boca del metro.
Nunca debió levantarse a la primera. Era demasiado pronto para enseñar sus cartas. ¿No había aprendido el arte de la seducción?
ResponderEliminarMe gusta mucho. ¿A quién no le ha pasado alguna vez algo así?. En ocasiones los sentimientos son compartidos y en otras no. Felicidades Cristina espero que ganes porque tu minirelato tiene inocencia y eso hoy en día está un poco perdido.
ResponderEliminarLas ilusiones aunque sean falsas son necesarias y no se deben perder. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarLa primera toma de contacto. Lo que es seguro es que la próxima vez ya no preguntará por el metro, así que a seguir alimentando ilusiones. ¿Qué sería de la vida sin ellas? Buen relato.
ResponderEliminarFNR
A mi me parece un buen relato, posiblemente el hombre no la recordó porque su mente, su memoria, estaría degenerándose....
ResponderEliminarYo lo veo más como esa persona con quien te cruzas habitualmente y que, por razones que no entendemos idealizas, te atrae, y cuando llega ese primer contacto que has soñado de mil formas positivas te llevas un chasco.
ResponderEliminarPero tiene su parte positiva, porque se lo está contando y eso significa que después de ese contacto hubo otros y le llevó a conocer esa persona.
Me ha gustado tu relato, creo que todos nos vemos reflejados en él.
No se debió levantar. Seguro que el libro era más interesante.
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