Noche sin chancletas
Se bajó de las chancletas y nada más sentir en la planta del pie la tersura de la alfombra le recorrió un calambrazo por todo el cuerpo. En ese instante cerró los ojos y se mordió el labio. Supo que aquel principio le conduciría por una senda nueva y desconocida.
jejeje no se puede pensar a Eduardo sin Chancletas ni las chancletas sin Eduardo, que ganas tienen las chancletas de salir a la calle otra vez con Eduardo encima jejeje, pero no le falta mucho tiempo en breve veran la luz
ResponderEliminarJajaja... Este hombre hace del simple echo de quitarse las chancletas, una historia, felicidades!
ResponderEliminarSólo al talentoso de Gambetty se le podía ocurrir abrir una nueva dimensión del s imple hecho de no calzarse unas chancletas. Encantado de verte por aquí, maestro. Un saludo de un seguidor fiel.
ResponderEliminarInconfundible Eduardo, me sigue maravillando tu manera de escribir y lo demuestras siempre,con cada escrito tuyo, ¿quien podría pensar que en 50 palabras se puede decir tanto???, jajaja.
ResponderEliminarMe encanta, sin duda es de Eduardo, tiene toda su esencia( y sus chancletitas).
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