Pequeños detalles
En el momento que la vio entrar y cómo se quitaba la bufanda, de esa forma tan peculiar, recordó que por esos pequeños detalles le había parecido siempre tan especial. Y seguía pareciéndoselo, pero todo era tan diferente... Resultó una mañana distinta, agradable. Un desayuno de recuerdos, sonrisas y complicidad.
Nada como ver lo bonito de la otra persona, le gusta más a uno... me sentí reflejado. Me gustó tu relato. Un "me gusta"
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias por el comentario y el me gusta! Me encanta fijarme en esos pequeños detalles, y, aunque sean defectos, transformarlos en algo admirable de la persona, algo único ;) Un saludo!
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