Sotto voce
Bajó las escaleras corriendo con aquellos tacones de aguja.
—¡Joder!, el móvil—. Volvió a subir, al tiempo que sonaba el zumbido de un mensaje: Ponte la bufanda, que hace mucho frío.
—¡Mierda!, menos cinco, no llego.
Una bocanada gélida inundó su garganta.
—¡Taxi!
Aquella tarde La Traviata fue un fracaso.
—¡Joder!, el móvil—. Volvió a subir, al tiempo que sonaba el zumbido de un mensaje: Ponte la bufanda, que hace mucho frío.
—¡Mierda!, menos cinco, no llego.
Una bocanada gélida inundó su garganta.
—¡Taxi!
Aquella tarde La Traviata fue un fracaso.
Las bacterias la castigaron por "malhablada", el frío no tuvo nada que ver. Se supone que de boca de las divas solo salen vocablos líricos. Ja ja ja.
ResponderEliminarNo te puedes hacer una idea lo chabacano, ordinario e insultante que puede ser el comportamiento de una de estas divas antes de salir al escenario. Deben ser los nervios. Luego se les perdona todo cuando nos elevan por encima de lo humano y cotidiano llegando a rozar la gloria con sus voces aterciopeladas. Contando que no se queden afónicas por una imprudencia. Gracias por el comentario. Me gusta lo que tienes escrito en tu blog.
EliminarYo no les perdonaría todo....
ResponderEliminarSi fueses un gran melómano sí lo harías. Gracias por el comentario.
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