El sueño eterno
Nunca llegaba a tiempo su té, por más que se apurara en colocar todos los detalles en la bandeja mientras hervía el agua.
Cuando quería entrar en la salita Ramón ya dormitaba apaciblemente.
Pero aquella vez fue diferente, el silbido de la tetera no consiguió despertarla de su fulminante sueño.
Cuando quería entrar en la salita Ramón ya dormitaba apaciblemente.
Pero aquella vez fue diferente, el silbido de la tetera no consiguió despertarla de su fulminante sueño.
Un sueño eterno... sin Humphrey Bogart, pero con un Ramón servicial y una Lauren Bacall que se duerme con cierta facilidad, tanto que...
ResponderEliminarMe ha gustado, María Jesús. ¡Enhorabuena y bienvenida a la "familia" de las cincuenta palabras y un título! Un saludo.
Eso es empezar con buen pie. Magnífico estreno. Felicidades, Mª Jesús. Eso sí...Ahora no te vayas a dormir en los laureles o esperando el té ;)
ResponderEliminarFina
Gracias, amigos, por vuestros ánimos, pero se ha omitido una coma (delante de Ramón) que hace que cambie totalmente el sentido de relato. Uffff, con lo que lo repasé antes de publicarlo... En cualquier caso, muchas gracias, José Antonio y Fina.
Eliminar¡Vaya con la coma!
ResponderEliminarBelén