La decisión
Aquella casa estaba muerta. La ventana de la tristeza escupía su vaho pegajoso en las noches frías. El sol entraba durante el día por la ventana de la nada y nada iluminaba. La de la alegría tenía pintadas irrisorias sobre el amor. Eso sí, las vistas eran maravillosas. Estaba claro...
Yo quiero escribir así.
ResponderEliminarJo,gracias por ese comentario, que sin duda no merezco, pero lque me ha robado una sonrisa ...
EliminarEmilia.
Prosa poética, cargada de simbolismo, que describe un mundo de ventanas, cada una con su relevancia según el día y el momento, aunque todas igual de presentes, en una casa que tanto puede ser la nuestra como incluso nosotros mismos, aferrados a imágenes ilusorias aunque ya estemos muertos. Un texto con sensibilidad y belleza. Saludos, Emilia.
ResponderEliminarGracias Ángel.Ya he descubierto una forma de publicar y es con el sistema "anónimo".Mientras veamos lo que nos rodea...y las vistas sean maravillosas, es que estamos VIVOS.
EliminarUN SALUDO.
A mi también me ha dejado helado. Evocador y profundo, este micro nos conduce a la reflexión y nos sume en un universo de nostalgias en el que título y final se dan la mano cerrando un círculo que parecía incompleto. Me sumo a los deseos de Patricia.
ResponderEliminarGracias por el comentario Juancho .Te digo como a Patricia, que ya quisiera yo.... pero que me habéis robado una sonrisa..eso sí es cierto.
EliminarMe gusta que podamos compartir relatos en esta página.Ha sido todo un descubrimiento.
Difícil hacer un comentario de un relato tan evocador, con distintos posibles significados según quién lo lea. Las palabras nos sugieren, nos envuelven, nos acarician y nos llevan a reflexiones más profundas y complejas.
ResponderEliminarMagnífico relato todo él. Pero es que me parece que el párrafo "La ventana de la tristeza escupía su vaho pegajoso en las noches frías" por si solo ya merecería un premio.
Muchas gracias por tu comentario Kantellado.A mí también me gusta esa frase.La ventana de la tristeza nos trae a veces la inspiración.La del amor también... y la de la realidad que nos rodea, si estamos atentos, por supuesto.
EliminarGracias.