La despedida
Decidida, cogió papel y lápiz. Había convivido lo suficiente para saber que la relación no daba para más. ¿Culpar a alguien? Para qué. Le escribiría que él siempre tuvo razón, la rutina mata. ¡Ah! Y que no lo dejaba —necesariamente— para irse con una mujer.
—Cuando algo acaba, acaba —concluyó.
—Cuando algo acaba, acaba —concluyó.
Desde que leí este microrrelato estoy dándole vueltas a esa penúltima frase por lo que espero impaciente la octava entrega.
ResponderEliminarFNR