La luz al final del túnel
Habían pasado meses, perdí la cuenta. Había oído voces, intentado moverme en vano... Y ese día mi pequeño mundo se vino abajo. Las paredes se me echaban encima, tenía miedo. Vi una luz y fui hacia ella. Al alcanzarla, escuché algo que no entendí:
—Enhorabuena, es un niño precioso.
—Enhorabuena, es un niño precioso.
Un final con sorpresa con una tensión previa mantenida de manera excelente. Enhorabuena!
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