Ella y él
Ella no podía conciliar el sueño, le resultaba imposible, un asunto le atormentaba; él pensaba en cómo ayudarla. Le dijo que ya tenía la solución, que durmiera, que ya se lo contaría por la mañana. Ella, más tranquila, se quedó dormida, él no pudo pegar ojo en toda la noche.
¡Cuánto amor encerrado en tres líneas y toda una noche en vela! Excelente historia.
ResponderEliminarFina
¡Qué manera más tierna de asumir la angustia de ella y conseguir su tranquilidad, en perjuicio de él mismo, a costa de su desvelo! Me ha encantado en relato.
ResponderEliminarMª Jesús Rodríguez.
Eso es amor.
ResponderEliminartotalmente de acuerdo con lo 3 comentarios, me ha gustado también :)
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