Noches de hotel
Todos los jueves en la misma habitación de aquel hotel, aquellos cuerpos atléticos daban rienda suelta a sus más tórridas perversiones. Durante sus encuentros, el tiempo se detenía y olvidaban que fuera de aquellas paredes eran rivales los fines de semanas en aquel terreno de juego cubierto por el césped.
Comienzo los comentarios, con una buena opinión de tu relato.
ResponderEliminarSuerte