Otra perspectiva de futuro
Por fin, la suerte había llamado a la puerta de su gran amigo; se lo merecía. Ya no le supondría una carga el sustento de sus hijos, el alquiler de la vivienda o la precariedad en el empleo. Iría a visitarlo...
¡Ah! ¡No podía olvidar las flores para su tumba!
¡Ah! ¡No podía olvidar las flores para su tumba!
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