Trabajo bien hecho
"¿Quién ha sido?", preguntó enfadada la Reina de las Hadas. Todas las miradas se volvieron hacia la Encargada del Pozo de los Deseos que se escurría hacia un rincón, apretando el papelito que guardaba en el bolsillo junto a una moneda de cincuenta céntimos: "Quiero un dinosaurio para mi cumpleaños".
Podría haber sido peor, la petición podría haber sido un político. O el acabose: un presidente del Gobierno...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Patricia. Así que va un 'Me gusta' y mi enhorabuena.
Pues sí, hubiera sido más destructivo e inútil.
ResponderEliminarGracias y una camioneta de abrazos!
Lo que tiene que hacer la Reina de las Hadas es cumplir el deseo, para eso tiene poderes mágicos. Habiendo cosas en el mundo que no somos capaces de erradicar, como el hambre o la guerra, hacer un dinosaurio debe ser de lo más sencillito, aunque sea de cartón-piedra.
ResponderEliminarUn texto entrañable
Un abrazo
Y la Reina de las Hadas, enternecida por las lágrimas del Hada del Pozo, le dejó que cumpliera el deseo de Angelito, el hijo pequeño de un aficionado a escribir microrrelatos, que era muy comprensivo y seguro que trataría bien al tiranosaurio rex de 8 toneladas que había pedido como regalo de cumpleaños...
Eliminar#MiSeF :)
Qué chulo, has hecho un microrrelato de un comentario acerca de otro microrrelato, derroche de creatividad. Te tomo la palabra y me quedo con el tiranosaurio, ya le buscaré un huequecito, lo malo va a ser darle de comer, menos mal que tengo cerca un Mercadona.
EliminarPatricia, un relato mágico encantador!!
ResponderEliminarA mis hijas les gustaría, como me ha gustado a mí! Y pediríamos más cosas...
Enhorabuena! ;)
Gracias, Marca! Un beso para tus hadas y pedid lo que queráis, que tengo enchufe.
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