Una tarde de domingo
Aquel domingo me perdí. Me perdí entre las calles de Budapest. Me perdí en la melancolía de lo que un día fue, entre los restos de un pasado esplendoroso y un futuro arrebatado, que nunca llegó. Todo vacío, deshabitado. Como una tarde de domingo. Nublado. Me perdí en el tiempo.
Un futuro que nunca existió.
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