Viudo
La noche se hacía larga de nuevo, el día lo había sido también como de costumbre. El alba arrancaría pronto para iluminar la oscuridad en la que se había instalado. Si no conseguía ver la luz intentaría de nuevo amarla. Ella desde el cielo esperaba como él que eso sucediera.
La dama de la guadaña nada tiene que hacer frente al amor. ¡Bienvenido!
ResponderEliminarFina
Gracias Fina. Ni parece que el amor ante ella tampoco. Saludos, Antonio
ResponderEliminar