El cambio
Nació ya perezoso, por cesárea, no se decidía a salir. La cama deshecha, la ducha seca, el negocio familiar se hundía. Hasta que un día apareció ella en su vida y todo cambió. Energía había trabajado en infinidad de sitios, pero la despedían porque no podían seguir su ritmo frenético.
Debe ser un cambio tremendo pasar de la apatía constante a las ganas desmesuradas. Yo prefiero un punto medio y reivindico mis momentos de pereza. Quizá todos sean como yo y por eso van despidiendo a la pereza en todas partes.
ResponderEliminarJesús