Adversidades difícilmente superables
El lunes mi supervisor completó su metamorfosis. Los colmillos son de ofidio adulto y las escamas adquirieron su color definitivo. Mi familia pende del techo y, cada noche, vuela feroz en busca del alimento que no puedo proporcionarles. Quiero solucionarlo, pero va a ser imposible. Creo que me falta imaginación.
Un relato aureolado de elementos inquietantes y animalismo. Solamente estoy en franco desacuerdo con eso de que no tienes imaginación.
ResponderEliminarQue nos sigamos leyendo, José Antonio.
Un saludo
El miedo a perder la imaginación es algo que atenaza a todos los aficionados a la escritura, y el miedo a la vida. Así que a superar los temores que surjan en el camino. Gracias Ángel un fuerte abrazo y enhorabuena por tus éxitos.
EliminarInquietante es poco. Dan escalofríos de pensar que un día te despiertes y te los encuentres a todos revoloteando, amenazantes.
ResponderEliminarImaginación sí que tienes. Y mucha.
Con 50 ó con 200 me encanta leer tus relatos.
Suerte :)
Gracias Esperanza! Enhorabuena por tu selección el pasado mes. Te sigo leyendo y me encanta. Un beso grande
EliminarTu imaginación puede con todo, Jero.
ResponderEliminarMagnífico!
jejejeje Muchas gracias! Patricia Mejor no reveles mi identidad, no sea que me descubra mi supervisor. Un abrazo
EliminarLa realidad puede adquirir dimensiones (casi) inimaginables.Tu protagonista al menos tiene un techo del que pueda colgarse su familia.
ResponderEliminarMuy bueno, Jero; entre otras cosas tiene una enorme fuerza visual.
Suerte.
Gracias Enrique. Desde luego puede apoyarse en un techo con mucho ambiente para buscar soluciones aunque no lo tenga fácil. Me alegra que te haya gustado
EliminarUn abrazo