Condena
Se dio la vuelta y se dejó abrazar, disimulando sus lágrimas. Era la segunda noche consecutiva que le contestaba que Milagros si nacía niña y Constancio si resultaba varón; que se odiaba por su cobardía egoísta; que igual deberían hablar, pero callaba, mientras el DIU le abrasaba en su interior.
Escrito por Nicolás Jarque Alegre - Web
Muy bueno Nicolás!! Ese DIU abrasa al final. sí señor!
ResponderEliminarSuerte!
:)
Me ha encantado, la repetición del "que" acentua el agobio que siente la protagonista y refleja también la ilusión de él. Muy buen micro. :)
ResponderEliminarLa capacidad de controlar puede convertirnos en víctimas, o en verdugos (YouTube Anuncio Desigual #tudecides TV 2014).
ResponderEliminarUn abrazo, Nicolás. Va mi "me gusta".
Lola Pacheco
"Milagros" o "Constancio"...genial.
ResponderEliminarMe parece que contra la barrera del DIU ni la constancia ni un milagro van a poder. Cualquiera le quita la ilusión a ese varón de ideas fijas. Sí que deberían de hablar, aunque ello suponga un jarro de agua fría y el riesgo de reproches irreconciliables. No es extraño que el artilugio queme, pues la buena mujer está viviendo un infierno.
ResponderEliminarUna situación doméstica aparentemente sencilla que encierra dentro una enorme disensión y hasta el germen de un posible drama.
Me ha gustado mucho, Nicolás.
Un abrazo
Genial, Jarque! Aquí no hay milagro , hay constancia!
ResponderEliminarUn saludo! ;)
¡Muchas gracias a todos por vuestros comentarios!
ResponderEliminarAbrazos colectivos.
Lo encuentro perfecto Nicolás. Partiendo de una buena idea has hecho un trabajo literariamente precioso. Enhorabuena.
ResponderEliminarVaya, ese DIU es un hachazo final que te deja clavado. Enhorabuena.
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