El colmado

Ultramarinos Miguel. Eso dice el tablón de madera que cuelga encima de su cabeza. A ella le encanta sentarse a la puerta del colmado.

Su juego favorito es ver pasar. Pero ese día sólo pudo mirar un coche negro, arrastrado por caballos. Al llegar a casa la cama estaba vacía.
Escrito por Agustina

2 comentarios :

  1. Una enciclopédica visión de la vida del ser humano reducida a cincuenta palabras.
    Hay trabajos y negocios que no te permiten sacar tiempo para llorar a un ser querido, lo tienes que hacer a tiempo fijo, fuera del horario comercial. En hora buena por el relato, lo veo con profundiad y diversas lecturas.

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  2. Una posible lectura sería preguntarse si trabajamos para vivir o vivimos para trabajar. Me ha gustado.
    Saludos.
    Fina

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