El paso
Adelantó el pie, tal vez era el paso seguro. Tras la espera inocua decidió bajarlo para ver qué sucedía; sintió frío, y se dejó ir en él. El tiempo fue corto, el silencio nació, hasta que el estruendo de su cuerpo contra el suelo despertó el vuelo de las palomas.
Seguro y definitivo. Un relato que no deja indiferente a quien lo lee. ¡Bravo!
ResponderEliminarFina